La sensibilidad proletaria, educativa y ridícula de las caricaturas editoriales y el arte gráfico en el periódico España Libre de Nueva York invitaba a los lectores a decodificar las noticias de la España fascista, que a menudo era ignorada en los medios de comunicación.
Las caricaturas de Aragonés documentaron los pilares de la España fascista: el líder único, la autarquía, la censura, la falange, la retórica imperial, el nacional catolicismo, la oligarquía y la violencia militarizada y la represión de los civiles. El siempre presente lema franquista, España: Una, Grande y Libre (España: Uno, Grande y Libre) resumía el mito de la españolidad militar, católica y totalitaria, libre de subversivos.
El mito de la muerte regenerativa como redención y la veneración de un líder carismático eran patrones comunes en los movimientos fascistas europeos y transnacionales. La propaganda del régimen español retrató a Franco como un líder carismático y audaz que salvó a España del radicalismo de izquierda. En The Great Manipulator, Paul Preston muestra cómo Franco reescribió constantemente la historia de su vida, ya sea directamente en sus discursos y artículos o indirectamente a través de entrevistas con periodistas o en conversaciones con sus biógrafos oficiales. Franco creó una imagen exagerada de sus logros, que se volvió cada vez más desproporcionada una vez que tuvo un aparato de propaganda a su disposición. Su alegría de ser comparado con los héroes guerreros míticos y los verdaderos constructores de imperios de la historia de España -sobre todo El Cid, Carlos V o Felipe II- se derivaba, en parte, de la lectura de su propia prensa (Preston 2013). Así, la imagen de Franco como comandante militar, El Generalísimo o Caudillo, impregnó los espacios públicos españoles de grandiosos monumentos y retratos. El control de la prensa por parte del régimen y su propaganda ubicua, denominada NODO (Noticiario y Documentales / Noticias y documentales), infundió a los cines y la televisión elogios para Franco y su Movimiento. En tales ocasiones públicas, se esperaba que la gente hiciera el saludo fascista español, una imitación del saludo nazi, incluso cuando simplemente iba a ver una película en un cine. Los fascistas españoles creían en la unidad, la singularidad y la perfección del estado español (Payne 1999)
Líder único
Franco está detrás de un teatro de marionetas y ha descartado varias marionetas que representan a ministros. Está pensando en qué nuevos títeres usar para su espectáculo. Lleva un uniforme militar y una esvástica. La leyenda dice "Cambio de secretarios".
Franco está detrás de un teatro de títeres y ha descartado unos cuantos muñecos. Está pensado elegir opciones para el espectáculo. Viste un uniforme militar y una esvástica.
Tumor
Un hombre cuya cabeza se asemeja a un globo terráqueo está sentado en un escritorio. El globo terráqueo muestra el mapa de España como una parte dolorosa de su cabeza. Un bocadillo dice: "Espero que mi tumor de cabeza de 1936 se cure en 1963".
Un hombre está sentado en un pupitre. Su cabeza es el globo terráqueo. En el globo se ve el mapa de España como una parte dolorosa de su cabeza.
Dorian Gray
Francisco Franco, dibujado como un anciano y autoproclamado Rey de España, mira su reflejo en su retrato. Ve a un joven teniente que arde en el infierno.
Francisco Franco, dibujado como un hombre viejo y que se ha proclamado Rey de España, mira un cuadro suyo. Ve un joven teniente quemándose en el infierno.
Fraga Iribarne
Manuel Fraga Iribarne está sentado en el regazo de Franco como si fuera el títere de un ventrílocuo franquista. El programa se llama "Secretario de Información".
Manuel Fraga Iribarne está sentado en la falda de Franco como si fuera el muñeco de un Franco ventrilocuo. El espectáculo se llama "Ministro de Información".
Violencia fascista
Los fascistas romantizaron la violencia y la muerte como agentes de limpieza que derrocarían una democracia corrupta y traerían, en cambio, un renacimiento fascista nacional.
La España de Franco
En una prisión española, guardias civiles afeminados están afeitando el pelo de los presos políticos, torturándolos y matándolos. Una mujer presa con un hijo implora a la Guardia Civil que se detenga. El pie de foto dice "La España de Franco que los turistas no ven. Lo que están exponiendo los intelectuales".
En una prisión española, unos guardias civiles efeminados afeitan el pelo de los prisioneros políticos, los torturan y los asesinan. Una mujer embarazada implora a un guardia.
25 años
El punto focal de la caricatura es el número veinticinco. Franco está sentado en el número que significa la longevidad de su gobierno. Su postura corporal es de satisfacción y triunfo. Sin embargo, Aragonés cubre el número con pancartas y dibujos que hacen referencia a la persecución política, la intolerancia, la calumnia, la mentira, el auge del mercado negro, la tortura, la corrupción, el odio, la miseria, el soborno, el hambre, el asesinato, la cárcel, las calaveras, las esvásticas, la civilización. Guardias ejecutando gente común, y partes de cuerpos esparcidos en fosas comunes, bolsas de dinero, el diablo, la policía militar, serpientes, moscas, arañas y excrementos.
Entre bastidores
Dos guardias civiles posan para los turistas mientras están apuntalando un telón de fondo teatral que incluye bailes flamencos, un torero y la pintoresca calle blanca.