La ETAPA ANTIFASCISTA muestra el compromiso de los trabajadores de generar sus propios modos de organización colectiva no institucionalizados y transnacionales a través de eventos de recaudación de fondos en los Estados Unidos. En sus eventos de recaudación de fondos culturales se representaron obras de teatro antifascistas, los artistas bailaron y cantaron, se pronunciaron discursos, se sirvieron cenas, se tocaron orquestas de baile, se realizaron loterías y posteriormente se recaudaron fondos. Producciones teatrales antifascistas basadas en la tradición de los modelos de actuación populares de los años veinte y treinta (vodevil, comedias, óperas ligeras); marcado por la autorrepresentación paródica, los géneros dramatúrgicos populares utilizaron la comedia y la farsa para ridiculizar las narrativas fascistas. Como lo demuestran los anuncios para las recaudaciones de fondos culturales, las contribuciones de las mujeres como organizadoras e intérpretes energizaron esta lucha antifascista en curso.